lunes, 22 de diciembre de 2014

CUIDADO CON LAS ESTUFAS

Con el comienzo oficial del invierno hoy lunes día 22 de diciembre,y con la cantidad de noticias relacionadas con incendios y asfixias como consecuencia del mal uso de distintos sistemas de calefacción, desde el equipo de EXBEPRENSA, continuando con nuestra línea de Prevención de Riesgos Domésticosvamos a analizar los riesgos que se derivan de su utilización y qué podemos hacer para evitarlos.

Como hemos comentado en otras entradas, la inmensa mayoría de incendios y escapes de gases que se producen en las casas se deben a descuidos y a accidentes que podemos evitar fácilmente.

En la época invernal a todos nos apetece sentarnos en nuestra mesa camilla para estar calentitos.

Calefacción en el hogar. Peligros y prevención

Existen diferentes formas de calefacción, siendo las más comunes las que provienen de combustibles orgánicos, como leña y carbón, las estufas de butano, las estufas a parafina y una amplia gama de estufas eléctricas. Con estos aparatos hay que prestar especial atención tanto en su uso como en su elección.

Calefacción en el hogar. Peligros y prevenciónUno de los mayores peligros es el mal uso de enchufes. Estamos acostumbrados a utilizar en una misma toma, varios aparatos y no nos damos cuenta de que podemos sobrecargar la red y provocar un sobrecalentamiento que puede derivar en un incendio. En nuestras casas existen mecanismos para evitar estos problemas, como son los interruptores magnetotérmicos, aunque, como siempre, la mejor manera de hacer prevención es obedecer al sentido común, no utilizando más aparatos de la cuenta en una misma toma.

Con las estufas hay que prestar especial atención. Debemos evitar cualquier tipo de contacto con telas, ropa mojada para secarla, suelas de las zapatillas para calentarnos los pies (sí, sí, tú también lo has hecho... Y lo sabes), etc. Aunque sean eléctricas, hay que guardar una debida distancia de seguridad, en especial, si en nuestras casas contamos con la presencia de niños, personas mayores o incluso mascotas.

Calefacción en el hogar. Peligros y prevención

En cuanto a los gases contaminantes producidos por productos de calefacción a gas o parafina destacan el dióxido de azufre (SO2),  los óxidos de nitrógenos (NOx) y el más importante de todos, el contaminante estrella: monóxido de carbono (CO).

¿Cómo se genera el monóxido de carbono?

Por una mala combustión, que se produce cuando falta oxígeno. Esto ocurre cuando el brasero está deteriorado o en una chimenea con residuos. Si sus llamas son amarillas, es un indicador de que este gas está en el ambiente (pues deberían ser azules).

Al realizarse la combustión del gas butano, por ejemplo, se consume oxígeno y se produce vapor de agua, dióxido de carbono y calor, principalmente. Pero si esta combustión es incompleta también se genera el temible CO.

Calefacción en el hogar. Peligros y prevención.


La combustión pobre de las estufas, calentadores de gas y braseros produce todos los años muchas muertes por intoxicación. Sin embargo, siguen siendo una forma muy popular de calefacción, debido principalmente a su bajo coste y fácil acceso.

El monóxido de carbono es un "asesino silencioso", ya que es un gas incoloro, inodoro e insípido, de manera que las personas no se dan cuenta de que están siendo intoxicadas. A este hecho lo conocemos como la muerte dulce. Su principal efecto sobre las personas es la disminución de la capacidad de oxigenación a nivel pulmonar y celular.

Este gas, en elevadas concentraciones, puede causar vómitos, intoxicaciones e incluso la muerte (en media hora si se dan las circunstancias adecuadas), hecho que infelizmente constatamos cada invierno en los medios de comunicación.

Si se nos ocurre pensar que podríamos detectar una fuga de butano y no una de monóxido de carbono, todo tiene su explicación. A las bombonas de butano, aparte del propio gas, se les añade unos aditivos que le confieren un olor desagradable (mercaptanos) y lo asociamos directamente con el olor a butano, pero realmente no es butano lo que olemos, ya que éste al igual que el monóxido de carbono es inodoro.

Con todo lo expuesto, no queremos asustar a las personas, ya que repetimos que la inmensa mayoría de los accidentes pueden evitarse fácilmente.

Para mayor seguridad vamos a recoger una serie de medidas preventivas, como pueden ser:

- Actuar siempre con sentido común (que dicen que es el menos común de los sentidos) y evitar riesgos innecesarios.

- Conseguir una adecuada ventilación y renovación del aire en las habitaciones donde se esté generando una combustión (chimeneas, braseros, estufas de gas,…).

- Revisar anualmente las instalaciones eléctricas y de gas, así como chimeneas y tiros de evacuación de gases en general. (Si no nos vemos capacitados, avisar a personal cualificado).

- Evitar tener encendidos mientras dormimos cualquier aparato de calefacción (especialmente los que generan monóxido de carbono).

No utilizar aerosoles para disimular el olor que emanan los braseros, no es una buena mezcla, porque se crea una atmósfera inflamable que puede generar un incendio.

- Utilizar calefactores con sensores de temperatura y monóxido de carbono en el ambiente.


Por último, y como ayuda a nuestros lectores, os dejamos los teléfonos recomendados en caso de encontrarnos con un problema de incendio o escape de gas en nuestras casas.

· Emergencias: 112
· Bomberos: 080
· Policía Local: 092
· Guardia Civil: 062

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