Como en casa en ningún
sitio...
Esto es lo que solemos pensar cuando llegamos a nuestros hogares. Cierto es que, a lo largo de nuestra vida, pasamos incontables horas en él, ya que alberga a nuestros seres queridos (y a veces no tan queridos) y pertenencias.
Esto es lo que solemos pensar cuando llegamos a nuestros hogares. Cierto es que, a lo largo de nuestra vida, pasamos incontables horas en él, ya que alberga a nuestros seres queridos (y a veces no tan queridos) y pertenencias.
Al estar tan familiarizados con su entorno, no
somos conscientes de los riegos que pueden existir. En nuestro día a día es muy común que se nos presenten infinidad de situaciones en las que recurrimos a lo primero que tenemos a mano para solventarlas.
¿Creéis que solemos hacer lo correcto?
Podemos pararnos a pensar en la infinita casuística al respecto. Por ejemplo, si necesitamos alcanzar un objeto que esté elevado.
Vamos a hacer un juego del tipo "¿Quién quiere ser millonario?" para revisar la batería de respuestas posibles:
Nuestra intención no es abrumar a nuestros lectores con tantas posibilidades, así que tras aplicar el comodín del 50% el resultado sería el siguiente:
Seguro que incluso algún despistado no sabría qué contestar si tuviera que verse en esta situación, así que seguimos filtrando un poco más y aplicamos el comodín del público entre todos los miembros del equipo de redacción (los dos de siempre, sí sí, el rubio y el calvito de los dibujos).
Tras este nuevo comodín nos encontramos que prácticamente todos nosotros responderíamos que actuaríamos cual mono trepador.
Este tipo de conducta viene de la mano de la falta de concienciación que sufrimos sobre los riesgos que están presentes en nuestro domicilio. La estadística apoya este argumento, asegurando que muchos de los accidentes que sufrimos, ocurren en nuestras casas (datos obtenidos del Instituto y Observatorio Oficial de... bueno vale, cosecha propia).
¿Creéis que solemos hacer lo correcto?
Podemos pararnos a pensar en la infinita casuística al respecto. Por ejemplo, si necesitamos alcanzar un objeto que esté elevado.
Vamos a hacer un juego del tipo "¿Quién quiere ser millonario?" para revisar la batería de respuestas posibles:
Nuestra intención no es abrumar a nuestros lectores con tantas posibilidades, así que tras aplicar el comodín del 50% el resultado sería el siguiente:
Seguro que incluso algún despistado no sabría qué contestar si tuviera que verse en esta situación, así que seguimos filtrando un poco más y aplicamos el comodín del público entre todos los miembros del equipo de redacción (los dos de siempre, sí sí, el rubio y el calvito de los dibujos).
Tras este nuevo comodín nos encontramos que prácticamente todos nosotros responderíamos que actuaríamos cual mono trepador.
Este tipo de conducta viene de la mano de la falta de concienciación que sufrimos sobre los riesgos que están presentes en nuestro domicilio. La estadística apoya este argumento, asegurando que muchos de los accidentes que sufrimos, ocurren en nuestras casas (datos obtenidos del Instituto y Observatorio Oficial de... bueno vale, cosecha propia).
Los accidentes más comunes
son:
- Caídas.
- Intoxicación, alergias e irritaciones.
- Contactos térmicos.
- Incendios y explosiones.
- Electrocución.
- Asfixia respiratoria.
- Golpes y atrapamientos.
- Heridas.
Como en el equipo de EXBEPRENSA creemos que la Prevención de Riesgos Laborales hay elevarla a todos los niveles, queremos hacer de la Prevención de Riesgos en el Hogar (PRD) una de nuestras señas de identidad, así que no os sorprendáis si veis publicados diferentes artículos dirigidos a este "sector".
Podéis consultar algunos ya publicados:
RIESGOS EN PRODUCTOS DE LIMPIEZA
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